Latinoamérica sin Fronteras
Programa de Partido KPML (r). Español.

Página Principal.

I. Introducción a Latinoamérica. | II. Arte de Patricio Aguilar. | III. Página de Efraín. | IV. Países. | V. Sobre la Paz. | VI. Los Derechos Humanos. | VII. Filosofía. | VIII. Recomendaciones. | IX. Idiomas. | X. Teatro Latinoamericano. | XI. Israel. | XII. Matemática | XIII. Economía. | XIV. Física. | XV. Astronomía.


Regresar

.
 

Svenska - English
kpmrlogo.gif

 
 
¡ El comunismo está vivo! Declarado muerto por gobernantes, políticos, catedráticos, directores de medios de comunicación de masas y otros representantes de las autoridades y el gobierno, la idea del comunismo vive en medio de la lucha de los trabajadores por una vida y un mundo mejor.

Para las masas trabajadoras el capitalismo no tiene ninguna utilidad. En su avara efectividad crea tanto despilfarro, miseria, amenazas, irracionalidad y tanta inhumanidad.

El comunismo propone como única dirección política, una alternativa al inservible capitalismo; una sociedad radicalmente diferente, razonable y justa, una sociedad dirigida por los trabajadores y enfocada hacia la satisfacción de las necesidades de los trabajadores en todos los aspectos de la vida.

Para presentar sus ideas e intenciones el Partido Comunista, KPMLr, expone aquí su programa como un llamado a sumarse con nosotros a la lucha por un futuro mejor y un mundo mejor.
 

A. La sociedad de clases en Suecia

1) El Partido Comunista, KPML(r), es un partido obrero revolucionario. Nuestro objetivo es la transformación total de la sociedad existente, la abolición del capitalismo y la construcción más bien, de una sociedad socialista, dirigida por la clase obrera.
   La revolución socialista derriba la pirámide social actual. Los que en el capitalismo son menos valorados, reciben el poder decisivo sobre los recursos de la sociedad, mientras que aquéllos que hoy gozan de poder y estimación, son privados de sus posiciones privilegiadas.

2) La Suecia capitalista está caracterizada por grandes injusticias y por un creciente abismo entre los ricos y los pobres. Los millones de hombres y mujeres que han construido la sociedad con un trabajo productivo y de provecho social en fábricas, minas, construcciones, transportes, comercio, asistencia médica, cuidados y atenciones infantiles y de ancianos, escuelas y otros sectores, carecen de influencia y control sobre la distribución de las riquezas de la sociedad.
  El trabajo productivo y creador es considerado solamente como un costo por los cada vez más ávidos representantes del sistema, quienes anteponen la especulación a corto plazo en intereses de lucro privados a las necesidades del hombre de trabajo, bienestar social, cultura y un medio ambiente propicio para la vida.

3) La sociedad de clases sueca está dirigida por una minoría, la clase burguesa, que en virtud de ser propietaria de los medios de producción, vive del trabajo de otros. Las masas están condenadas a enriquecer y servir a esta minoría por medio de la obligación de vender a los capitalistas el único recurso que poseen, su propia fuerza de trabajo.
  La pirámide social del capitalismo está sostenida por la mayoría trabajadora, la clase obrera, la cual es fuente y condición necesaria de la explotación.
  Ésto le da a la clase obrera un papel especial en la sociedad capitalista. Los obreros pueden deshacerse de los capitalistas, los cuales no son imprescindibles para la producción, mientras que los capitalistas no pueden deshacerse de los obreros sin autodestruirse.
  La clase obrera tiene todo por ganar y nada que perder con una revolución socialista.
  Para las capas medias de esta sociedad ö pequeños campesinos, pequeños empresarios, propietarios de comercios, personas con diversas profesiones y grupos de empleados asalariados, a quienes se les ha otorgado una posición privilegiada, la así llamada clase media ö la situación es diferente. En la medida en que estos grupos sociales entran en conflicto con la clase burguesa, luchan en primer lugar por mantener su posición, justamente como capa media.
  Algunos individuos pueden ser captados y ganados de estos grupos para la causa obrera cuando llegan a la convicción de que el capitalismo es un obstáculo para la continuación del desarollo. Pero como capa social tienen una posición que defender entre las dos clases principales y vacilan por lo tanto en la lucha de clases.

4) El poder de la clase burguesa en la sociedad está protegido por el estado y se apoya en los órganos represivos tales como policía, militares, tribunales, y cárceles, a los que se añade actualmente un creciente número de agencias privadas de vigilancia.
  Este poder está legitimado por la propaganda ideológica dentro de la cual la televisón juega un papel cada vez más importante en las ambiciones de autoridades y gobernantes por mantener a los trabajadores en la ignorancia y la pasividad.
  Para la ejecución y la defensa de su política hostil al pueblo, los capitalistas cuentan con un ejercito de acólitos en la superestructura improductiva de la sociedad. Altos sueldos, beneficios exentos de impuestos y otros numerosos privilegios hacen que los intereses de esta capa social se mezclen con los intereses de los capitalistas.
  Estos representantes políticos, altos funcionarios, altos empleados administrativos, directores de redacción de los medios de comunicación, obispos, representantes sindicales y otros, protegen insistentemente sus privilegios, aumentando cada vez más la carga a llevar por la clase obrera y los que en peores condiciones están en la sociedad.
  La democracia de la sociedad de clases, supuestamente el äPoder del puebloä, es restringida y en el fondo aparente. El estado y sus órganos de poder, inclusive el parlamento, son instrumentos de los capitalistas y de sus intereses de clase.

5) Desde sus orígines, el sistema capitalista ha caído en crisis periódicas, trayendo como consecuencia para los trabajadores, la desocupación masiva y la miseria social.
  La crisis del capitalismo no está basada en la escasez sino en la superabundancia. La producción masiva de artículos de consumo no encuentra compradores debido a que los trabajadores no tienen poder adquisitivo para comprar lo que ellos mismos producen.
  La manera de funcionar del capitalismo, anarquista, sin planificación económica, lleva además a perturbaciones y desarmonías en la economía entre los diferentes sectores. En el nombre de la ätransformación estructuralä son desmanteladas, o en ocasiones destruidas, industrias completas, con la consecuente destrucción gigantesca de los bienes de capital, y del conjunto de conocimientos profesionales adquiridos por varias generaciones.

6) La crisis capitalista destruye inexorablemente el mito reformista de un äcapitalismo con aparencia humanaä, y muestra la inconsistencia y lo inhumano de la sociedad actual.
  Las necesidades de alimentación, vestimenta, vivienda, atención médica, educación, transporte y otras necesidades esenciales no han disminuido, todo lo contrario. A pesar de ello el bienestar social es desmantelado y una parte cada vez mayor de los bienes de la sociedad son transferidos a los ricos, para ser utilizados en especulaciones, proteger bancos e institutos de créditos, invertir en otros países, y para conservar la posición privilegiada y la vida cada vez más decadente de la clase que consume los recursos de la sociedad.
  Tampoco han disminuido las posibilidades de procesar y ampliar los recursos nacionales de materia prima, acorde con las necesidades humanas y los requerimientos de la naturaleza. Aún así son demanteladas las fuentes básicas de producción, entre otras cosas debido a que el comercio con los países pobres del mundo, donde las necesidades son inmensas, no es considerado lo suficiente lucrativo.

7) En el sistema capitalista, toda la sociedad está orientada a favorecer y facilitar la expansión y demandas constantes de máximas ganancias posibles de las grandes empresas.
  Toda la capacidad altamente desarollada de un país industrializado, es utilizada para los intereses de unos pocos, a pesar de que éstos se desentienden por completo de toda responsabilidad sobre el futuro desarollo del país.
  La libre competencia dentro del marco del capitalismo es un mito. El capitalismo por sí mismo anula la libre competencia formando monopolios cada vez mayores, más poderosos y más ávidos, que se apoderan de ganancias extraordinarias a través de la repartición y el control de los mercados.

8) Suecia es un país muy pequeño para los capitalistas. Sus demandas de lucro insaciables no pueden enmarcarse dentro de las fronteras del país. Es por ello que la fuga de capitales aumenta en cantidad y en significado. Las grandes empresas suecas instalan una parte cada vez mayor de sus actividades en el extranjero.
 Este desarollo ha sido afianzado con la entrada de Suecia en la Unión Europea, lo cual implica que el derecho del pueblo sueco a su autodeterminación ha sido considerablemente reducido en favor de la comunidad europea de las grandes empresas y de la dictadura del mercado.
  La sociedad entera está orientada a sostener estas grandes empresas, las cuales han traicionado al país y por lo tanto el derecho de los trabajadores al trabajo, el desarollo y el bienestar social.

9) A medida que el capitalismo se desarolla, los límites entre las actividades comerciales tradicionales y la delincuencia económica se hacen cada vez más difusos.
  Los capitalistas no escatiman medio alguno para enriquecerse. La especulación, el chantaje político y el saqueo de empresas y recursos públicos substituyen en forma creciente las inversiones y las actividades productivas. El precio de todo ésto lo pagan las masas trabajadoras, por medio de la desocupación y el empeoramiento de sus condiciones de vida.

10) Suecia es un país rico. Existen tanto la mano de obra como los conocimientos. Las materias primas y los complejos industriales existen. Hospitales, escuelas, guarderías infantiles y otras obras sociales existen. Existen muy buenas condiciones para ofrecer a todas las personas un desarollo positivo y una vida rica y digna.
  Se trata de distribuir las riquezas producidas en forma justa y solidaria de modo que todos resulten beneficiados.

11) El capitalismo ha construido sistemas gigantescos de producción que convierten a cada trabajador en un engranaje más de la cadena de producción de la sociedad. Todo lo producido comprende los esfuerzos colectivos de miles de personas. La producción capitalista tiene un carácter social.
  Pero en el capitalismo, la propiedad aún es privada. Esto significa que la producción social, tanto estatal como privada, es organizada conforme a las exigencias de lucro de los capitalistas y no según las necesidades de la sociedad y de los trabajadores.
  La contradicción entre el carácter colectivo, social, de la producción y la apropiación particular, privada, del resultado de la producción es la contradicción básica del sistema capitalista. Esta contradicción sólo puede ser resuelta cuando también la propiedad sea social.

12) La propiedad privada de industrias, materias primas, bancos y otras funciones sociales está obsoleta y constituye un freno para el futuro desarollo del país.
  Este sistema social obsoleto lleva al desempleo, al aumento de las necesidades sociales y al empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría del pueblo.
  Implica también una explotación criminal de las riquezas naturales y del medio ambiente, no toma en consideración, y niega las leyes y posibilidades de la naturaleza, favoreciendo los intereses lucrativos privados de corto plazo y una desmesurada e irresponsable filosofía del desarollo.
  En su extensión, el sistema de propiedad privada amenaza todo tipo de vida en la tierra.
 

B. Un orden mundial injusto

13) El Partido Comunista se manifiesta contrario a toda represión, explotación y desigualdad entre razas, países y pueblos. Nuestra solidaridad no reconoce frontera nacional alguna. La lucha de la clase obrera es nacional en su forma, pero internacional en su contenido.

14) El sistema capitalista ha unido a países y pueblos en un sistema mundial de explotación, dependencia y represión. El capitalismo ha desarollado su estadio imperialista.
  El imperialismo ha creado un orden mundial injusto y desigual. Los monopolios multinacionales explotan sin consideración los recursos naturales y los mercados de los países pobres, con el objetivo de apropiarse de tazas de ganancias extraordinarias. Ésto obstaculiza el desarollo de estos países y condena a la gran mayoría de la población mundial a una vida miserable e inhumana.
  La injusticia de clase en los diferentes países capitalistas desarollados, son comparables a las contradicciones en ascenso entre los países pobres y ricos. Un bienestar relativo en el Norte contrasta con una inmensa miseria en el Sur.

15) La explotación de las riquezas naturales y de la mano obra barata de los países pobres es protegida por los recursos políticos, diplomáticos y militares de los países imperialistas.
  Muchos de estos países cuentan con la ayuda de una clase dominante nacional, protegida por el imperialismo y que voluntariamente liquida los bienes de su país a cambio de una vida de lujo extravagante.
  Si es necesario, la explotación imperialista es preservada por medio de la violencia militar, allí donde la supuesta defensa de la libertad y la democracia por las fuerzas imperialistas sólo es el velo necesario para el ocultamiento de la política de la avidez y de beneficio propio.

16) El Partido Comunista defiende el derecho de toda nación a su autodeterminación como principio absoluto para una relación democrática y de igualdad entre las naciones y pueblos de la tierra. La desigualdad y las contradicciones entre las naciones sólo pueden ser eliminadas otorgándosele a cada pueblo el derecho de decidir sobre su propio destino, partiendo de sus propias condiciones y sus propios intereses nacionales.
  Todo desvío de este principio conduce a la soberbia nacional, la xenofobia y el racismo en la nación opresora. Ésto también repercute en la clase obrera, la cual se suma ideológicamente a la clase dominante y en consecuencia, se divide en diferentes grupos nacionales.
  Sumarse a la clase burguesa imperialista significa que la clase obrera forja sus propios cadenas.

17) El sistema capitalista mundial es uniforme y al mismo tiempo dividido. Diferentes superpoderes y bloques imperialistas luchan por la dominación de los mercados mundiales de acuerdo al principio de äel más fuerte se lleva la mejor tajadaä.
  Durante el siglo XX, esta lucha competetiva ha llevado a dos guerras imperialistas por la repartición de los mercados mundiales. La Primera y la Segunda Guerra Mundial, donde los poderes imperialistas en ascenso con un desarollo económico más acelerado que los que dominaban en la época, exigían un espacio vital y una mayor participación en la explotación imperialista.
  Posteriormente a la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo norteamericano ha dominado el mercado capitalista mundial. Pero a medida que la economía de los EE.UU. se ha ido estancando, se han formado nuevos bloques imperialistas en Europa y en Asia, donde la Unión Europea y el Japón respectivamente, tienen planes muy serios para el desafío a los Estados Unidos en cuanto al dominio de los mercados mundiales.
  Como concecuencia de este desarollo, existe la amenaza de una nueva guerra imperialista por la repartición de estos mercados mundiales, donde millones y millones de seres humanos se sacrificarán en los campos de batalla de las guerras por el lucro, a modo de sangrienta advertencia de lo irracional del sistema capitalista.
  Una tercera guerra imperialista en la época de las armas nucleares, constituye una urgente y dramática amenaza contra toda la humanidad y toda vida en la tierra.

18) Suecia es un país pequeño, pero de igual modo imperialista, y participa del saqueo al Tercer Mundo a través de la exportación de capitales, desigualdad en el comercio, extracción de tasas de intereses y a través de la participación en una serie de órganos e instituciones del mundo capitalista.

19) Los esfuerzos por abolir toda desigualdad, y más bien lograr la colaboración y la solidaridad internacional en el mundo, es algo obvio para el Partido Comunista. Pero mientras el capitalismo sea el sistema dominante, todo internacionalismo tendrá un carácter de clase.
  El Partido Comunista se opone a toda colaboración internacional entre los capitalistas que tenga como objetivo esclavizar aún más a las masas pobres de los países del Tercer Mundo o, fortalecer a un grupo de capitalistas en su lucha competiva contra otro.
  Nuestro internacionalismo abarca exclusivamente a los oprimidos de la tierra, cuya lucha por la liberación vemos como nuestra propia lucha.
 

 C. La alternativa socialista

20) El partido Comunista sostiene que el capitalismo no es ninguna forma útil para la clase obrera y la mayoría popular.
  Una distribución justa de los recursos de la sociedad y un desarrollo que satisfaga las necesidades de trabajo de todos, bienestar social, y cultura, requieren una sociedad nueva, socialista.
  La condición necesaria para que el socialismo se convierta en realidad es que la clase obrera y todos los demás saqueados, explotados y humillados por el sistema capitalista, se unan, rompan con todo tipo de pasividad e inicien una activa lucha de clases contra las circunstancias imperantes y sus defensores.

21) El socialismo implica una transformación completa - social, económica y política - de la sociedad actual
  En el socialismo, las funciones económicas decisivas pasan a la esfera social, la producción se organiza en forma planificada para satisfacer las necesidades de la sociedad entera y todas las funciones de esta sociedad son sometidas a la influencia y al control de la mayoría popular.

22) La transformación socialista de la sociedad no tiene cabida dentro de los límites de la sociedad burguesa, sino que tiene que realizarse en oposición a las leyes y reglas por ella establecidas.
  Se trata de un cambio revolucionario, con el cual la clase obrera y las masas populares conquistan el poder político por su propio esfuerzo, destruyen el estado burgués reemplazándolo por un poder estatal propio - el estado de los trabajadores - para construir, con él como instrumento, una sociedad democrática socialista.
  El socialismo implica que durante un periodo de transición la dictadura de la clase burguesa en la sociedad y en el estado es sustituida por la de la clase obrera, por la dictadura revolucionaria del proletariado. Recién en el comunismo, cuando los últimos restos de la sociedad de clases son eliminados, se extingue el estado como órgano de opresión de clases.

23) Las formas de la revolución socialista son determinadas por las circunstancias imperantes y la correlación de fuerzas entre las clases.
  Es de absoluta claridad que mientras más unidas y más organizadas estén las fuerzas revolucionarias, más tranquilas y ordenadas serán las formas que adopte la revolución.
  Pero está igualmente claro que la clase burguesa, que en la revolución socialista pierde su posición de clase dominante y privilegiada, utilizará todo medio disponible, incluso el poder de las armas, para impedir la creación de un verdadero poder popular. Es por ello que las fuerzas revolucionarias, la clase obrera y sus aliados deben también prepararse para una lucha armada.
  Ningún partido o autoproclamada élite podrá por sí mismo dar fin a esta parte de la lucha de clases. Sólo la propia actividad de las amplias capas populares y la conciencia de que ya no es posible vivir del mismo modo que antes puede llevar la revolución hacia la victoria y asegurar posteriormente su resultado.

La liberación de la clase obrera debe ser su propia obra.

24) La revolución socialista implica sólo el primer paso hacia la abolición de la sociedad de clases. El camino hacia el comunismo, donde los recursos de la sociedad son distribuidos según el principio "de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad", es aún muy largo y penoso.
  La revolución transfiere el poder estatal a manos de la mayoría popular. Pero las clases y la lucha de clases subsisten, como así también subsisten restos de capitalismo en la economía originando inevitablemente egoísmos e ideas de enriquecimiento privado.

25) Para la victoria del socialismo se requiere un desarrollo en todo aspecto de los recursos productivos de la sociedad y un aumento de la productividad de la sociedad, lo que hace posible reducir las horas de trabajo, creando así las condiciones prácticas para sustituir una administración de funcionarios por una participación directa de los trabajadores en el manejo diario de las funciones de la sociedad.
  Las carencias materiales dan inevitablemente lugar al egoísmo, la corrupción, el carrerismo y otros fenómenos asociales.

26) En lo referente a la lucha para asegurar el poder de los obreros y de la mayoría popular sobre todas las funciones de la sociedad, la derrota del socialismo, especialmente en la Unión Soviética y Europa oriental, ha dado experiencias invalorables para el movimiento obrero revolucionario.
  Debido a que el socialismo, como sistema social vigente, es un fenómeno joven, mucho de lo aprendido ha tenido un precio elevado. De todos modos, las experiencias negativas pueden ser volcadas en un sentido contrario, aprendiéndose de ellas y tratándose de encontrar los motivos de las derrotas y los reveses.

27) Para que el socialismo funcione como una sociedad vital y dinámica se requiere la creación de órganos por medio de los cuales la clase obrera y las masas populares puedan ejercer diariamente una influencia directa y cotidiana sobre las funciones de la sociedad y el manejo de las empresas, y sobre cómo serán utilizados y distribuidos los recursos de la sociedad.
  Los trabajadores también tienen que tener un control directo sobre quienes son elegidos como representantes en diferentes contextos. Se trata de representantes políticos, altos funcionarios y empleados, directores de empresas, síndicos, funcionarios sindicales y otros.
  Todos los representantes y delegados deben ser elegidos en elecciones directas, tendrán que responder siempre en forma abierta y serán responsables de sus actos y decisiones, pudiendo ser inmediatamente revocados ante la mínima señal de abuso de poder, corrupción o incompetencia.

28) La democracia socialista procede de los trabajadores y de sus organizaciones, y su objetivo es substituir toda la relación de dirigentes - dirigidos por una participación colectiva de las personas en todos los procesos resolutivos.
  La democracia socialista rompe con las limitaciones de la democracia burguesa. No hace ninguna diferencia entre el poder económico y político, o el resolutivo y ejecutivo, sino que pone todas las funciones de la sociedad bajo el influjo de los trabajadores.
  La democracia socialista ni descarta ni exige un sistema pluripartidario. Las formas son determinadas por las condiciones bajo las cuales se construye la democracia socialista, por la lucha de clases, por lo tanto el punto de partida es garantizar la máxima diversidad dentro del marco de la defensa de la revolución socialista. Dentro de esta diversidad debe incluirse la libertad de religión, la libertad de opinión y el derecho a huelga.

29) Un principio socialista básico es que la conducción del país, los sindicatos y las empresas, como así también la conducción del Partido Comunista y sus organizaciones, no pueden separarse materialmente del resto del pueblo. Los salarios de los representantes no deben sobrepasar el salario promedio de un obrero y deben prohibirse todo privilegio referente a las condiciones de vida y de empleo.

30) Estos principios fueron establecidos ya en la Comuna de París en 1871 y han demostrado ser una cuestión vital para el socialismo. Allí donde han sido ignorados, como en la Unión Soviética y los antiguos Estados socialistas de Europa oriental, el carrerismo, el burocratismo y la corrupción se han expandido en los aparatos del estado y del partido, los cuales se han convertido en nuevas clases dominantes de tipo burgués.
  Los nuevos burgueses de los anteriores estados socialistas tomaban todas las decisiones sin acceso ni control de parte del pueblo, proveyéndose a sí mismos de grandes privilegios materiales y enriqueciéndose cada vez más por medio de la corrupción y la directa malversación de los bienes de la sociedad.
  Un desarrollo similar se ha producido en el movimiento obrero reformista de Suecia, el cual no tiene nada que ver con el socialismo.
 

D. La lucha por las reivindicaciones de la clase

31) El Partido Comunista no tiene otros intereses aparte de los de la clase obrera. El partido se esfuerza en todas sus actividades para movilizar los trabajadores hacia la lucha por sus intereses, tanto a largo como a corto plazo.
  El partido considera que sólo la lucha de clases, movimiento propio e independiente de los trabajadores contra los capitalistas a la que da posibilidades a la clase obrera de imponer sus demandas. Si es necesario, esta lucha deber ser llevada a cabo abiertamente contra las reglas y las leyes dispuestas por los capitalistas y el Estado burgués.

32) Los comunistas apoyan todo movimiento y toda reivindicación que defiendan los intereses de los trabajadores contra los capitalistas o sus administradores del Estado, las diputaciones provinciales y los municipios.
  En cada lucha por las reivindicaciones diarias y parciales, el partido representa también los intereses básicos de los trabajadores: la abolición del sistema de explotación capitalista y la idea de una sociedad nueva, socialista, como la única y duradera solución para los trabajadores.

33) En la Suecia de hoy, la lucha para abandonar la Unión Europea es esencial y necesaria en todos los frentes de lucha de los trabajadores. La participación como miembro de la Unión Europea restringe los derechos democráticos y sindicales, el bienestar social es desmantelado, se establece la desocupación masiva en forma permanente, se restringe el derecho al trabajo de las mujeres, se antepone el lucro al medio ambiente, y Suecia se adhiere a un pacto militar agresivo que está a punto de ser acordado.
  La lucha contra la afiliación a la Unión Europea es una cuestión de clase. La Unión Europea refuerza las posiciones de la burguesía en la lucha de clases sueca, facilitándole aún más su política de hostilidad contra el pueblo. El blanco de este ataque es más que nada la clase obrera y, aún más, las mujeres obreras.
  Pero la lucha contra la Unión Europea es también una cuestión de democracia. A través de la participación en la U. E. se restringe el derecho del pueblo sueco a su autodeterminación, lo cual forma un posible fundamento para una alianza popular amplia contra le participación en la U.E.
  El Partido Comunista eleva la demanda ¡Suecia fuera de la U.E.! como parte central, tanto de la lucha de clases, como de la lucha democrática.

34) En la lucha por los derechos políticos de la clase obrera, el partido defiende las libertades sin limitaciones de opinión, expresión, prensa, imprenta, huelga, reunión y manifestación.
  En el capitalismo, el poder verdadero es ejercido por los capitalistas. Los comicios municipales y provinciales tienen básicamente la función única de designar los representantes del gobierno que durante el próximo mandato representarán los intereses conjuntos de los capitalistas contra los trabajadores.
  A pesar de que la democracia burguesa es restringida y limitada, las libertades y los derechos democráticos son importantes para los trabajadores por lo que facilitan su organización y las posibilidades de defender sus intereses.
  El Partido Comunista participa por ello, en la medida de su capacidad, en los comicios parlamentarios, y trabaja para ampliar el campo de acción de las decisiones democráticas para que abarquen más sectores sociales, como así también el de las decisiones económicas.

35) En la lucha por los derechos sindicales de la clase obrera, el partido defiende el derecho libre a huelga, organización, negociación y convenio.
  El partido ampara la idea federativa, ya que una lucha sindical exitosa requiere una acción unificada entre los obreros de los diferentes lugares de trabajo y en las diferentes ramas de producción. Los convenios colectivos y el principio de äa iguales trabajos - iguales sueldosä, es una protección necesaria contra los intentos de los capitalistas por enemistar entre sí a los trabajadores de los diferentes lugares de trabajo con el objetivo de empeorar los salarios, la protección laboral y las demás condiciones de empleo.
  El movimiento sindical sueco ha sido arrebatado de las manos de los trabajadores, dejando de ser un instrumento para la lucha de clases. El despotismo burocrático y la conducción jerárquica han acabado con toda influencia real del afiliado y han transformado la Organización Nacional de Sindicatos Obreros (LO) y su unión de afiliados en un segmento organizado de las autoridades y el  gobierno.
  La lucha sindical debe basarse en la actividad y el movimiento propios de los trabajadores. Los trabajadores no pueden alcanzar ningún logro si no están dispuestos a luchar por ello.
  En la lucha por las reivindicaciones inmediatas deben dejarse de lado las diferencias político partidarias y otros intereses particulares. La unidad hace la fuerza.

36) En la lucha por los derechos sociales de la clase obrera el partido sostiene que la  sociedad debe responsabilizarse de la asistencia médica, los cuidados y atenciones a los niños y ancianos, la escuela, la cultura, el derecho a la vivienda, el derecho a una vejez segura y el derecho de todas las personas a una vida digna.
  El partido se opone a toda medida que implique que los derechos sociales dependan de la capacidad de pago de cada individuo, o que estos sean hechos objeto de intereses de utilidad privada.
  El partido afirma que los derechos sociales deben ser financiados por la sociedad según el principio de tributación y conforme a la solidez económica de los contribuyentes.

37) En la lucha contra la desocupación el partido defiende el derecho de todos al trabajo, garantizado por la sociedad.
  La desocupación es inherente al funcionamento del sistema capitalista y no puede ser erradicada a menos que se suprima el sistema de propiedad privada.
  No obstante es posible, aún bajo el capitalismo, llevar a cabo una política para limitar la desocupación y palear sus consecuencias en los afectados. Con la lucha de clases puede obligarse al Estado burgués a garantizar la ocupación laboral por vía de medidas contra la especulación y la exportación de capitales, y por vía de la disminución de horas de trabajo, políticas regionales, inversiones estatales y otras medidas que promueven el derecho de todos al trabajo.

38) En la lucha contra la destrucción del medio ambiente el partido exige la prohibición de toda producción que sea destructiva para el medio ambiente y peligrosa para la salud, y del arrojo de desechos químicos nocivos en tierra, aire y agua, la detención de la explotación criminal de los recursos naturales por las grandes empresas, la supresión de la energía nuclear y una política de tránsito que dé prioridad al transporte colectivo, beneficioso para el medio ambiente.
  La destrucción nacional y global del medio ambiente atenta gravemente contra toda la vida en la tierra. Es por lo tanto una advertencia marcada a fuego sobre la absurdidad del sistema capitalista. La lucha por el medio ambiente y la supervivencia de la tierra y la humanidad, exige soluciones colectivas, donde la vida tenga la máxima prioridad y todo desarrollo sea planificado conforme a las posibilidades globales de la naturaleza.
  Esto se ve imposibilitado por el enriquecimiento personal y privado, fuerza motriz del capitalismo.

39) En la lucha por la igualdad de la mujer, el partido se opone a toda medida que signifique que sea cuestionado o dificultado el derecho de las mujeres al trabajo asalariado y a tener ingresos propios, como así también a todas las condiciones que impliquen que las mujeres sean discriminadas o explotadas en su calidad de mujeres.
  En el capitalismo, las mujeres obreras forman un grupo particularmente explotado. Las mismas juegan un papel de mano de obra de reserva en el mercado laboral, recurriendo o privándose de ellas conforme a la necesidad. El trabajo de la mujer está peor pagado, y muchas mujeres son obligadas a trabajar en horarios de jornada parcial contra su voluntad.
  Al mismo tiempo, la ideología de la sociedad burguesa y su modo de ver la familia implican que las mujeres llevan la responsabilidad principal del trabajo doméstico, produciéndoles una carga doble. Una condición para la liberación de la mujer es que
se reduzca la jornada laboral a todos y además tener aceso en el sector público a una esmerada atención médica, cuidados infantiles y de ancianos.
  La lucha por la liberación de la mujer es una parte de la lucha de clases. Las demandas de igualdad entre los sexos y el derecho de la mujer al trabajo son parte necesaria de la organización de los trabajadores. El socialismo no puede vencer si la mitad de la clase obrera es marginada, subordinada y apartada a una vida aislada en el hogar.

40) En la lucha contra el militarismo, el Partido Comunista es partidario del desarme, el corte al otorgamiento de miles de millones a los militares y de la transformación de las Fuerzas Armadas en una defensa popular.
  En toda sociedad de clases, la tarea básica del militarismo, es de mantener el orden establecido y, de darse el caso, defender los intereses internacionales de la clase dominante. La pérdida improductiva de miles de millones en las Fuerzas Armadas sólo contribuyen, por lo tanto, a la conservación de las condiciones sociales reinantes en perjuicio del bienestar y la justicia social.

41) En la lucha contra el racismo y la xenofobia, el partido hace destacar la igualdad entre los seres humanos y los intereses en común de todos los obreros, sin importar la nacionalidad.
  El partido se opone a toda discriminación política, económica y social de los trabajadores extranjeros y combate todos los intentos por sembrar discordia entre los trabajadores a partir de diferencias de tipo nacional.
  El partido lucha para que Suecia sea país de asilo para refugiados de la represión fascista y el terror, la guerra y la persecución étnica.
  Pero nos oponemos a que los capiatlistas importen mano de obra extranjera barata, lo que sólo tiene como objetivo el descenso del nivel salarial en Suecia contribuyendo a la división de la clase obrera.
 

E. Los comunistas y el movimiento obrero

42) El Partido Comunista organiza la rama revolucionaria del movimiento obrero. Nuestra tarea es recoger y entregar las experiencias nacionales e internacionales de la clase y, de acuerdo a nuestra capacidad, orientar a los trabajadores en la lucha diaria contra las injusticias capitalistas aportando allí una perspectiva socialista.

43) El partido brega por ganar una mayoría de los trabajadores a favor de su programa y sus metas, las cuales son en sí mismas la condición para una transformación total de la sociedad vigente.
  Como parte de este trabajo el partido combate todas las corrientes políticas que tienen como objetivo la desorganización de la clase obrera, o que contribuyen a la subordinación del movimiento obrero a los intereses de otras clases.
  El partido considera que su tarea es, ante todo, rechazar la conducción del movimiento obrero por la socialdemocracia.

44) El sueño reformista, según el cual el capitalismo sería eliminado por medio de reformas graduales dentro del marco de la sociedad vigente, ha llegado a su fin. El capitalismo subsiste, justamente, gracias a que el reformismo le defiende contra las demandas de cambios radicales.
  Como agradecimiento, los capitalistas aprovechan toda oportunidad para retractarse de todas las reformas y mejoras que los trabajadores han logrado luchando.
  El partido socialdemócrata ya no representa a los trabajadores y sus intereses. Se ha convertido en un partido burgués que defiende la existencia de la sociedad burguesa.

45) El Partido Comunista aspira a la mayor unidad posible en la lucha diaria contra los capitalistas y sus representantes políticos. La unidad debe alcanzarse desde las bases, ante el reconocimiento de que la defensa de los derechos en común de la clase obrera está por encima de las diferencias de tipo político, étnico y de otro, entre los trabajadores.
  Partiendo de las reivindicaciones y los intereses de la lucha de clases, el partido está preparado para cooperar en cuestiones concretas con todos los segmentos del movimiento obrero, como así también con otros sectores políticos que se oponen a los dictámenes políticos de los capitalistas.
 

F. La visión del partido sobre sí mismo

46) El Partido Comunista conforma su política en base a la teoría del socialismo científico, el marxismo-leninismo, el cual es un resumen del conocimiento en los ámbitos de la filosofía, la economía y las ciencias sociales, logrado durante milenios por la humanidad

47) La filosofía marxista se basa en el materialismo histórico-dialéctico, que sostiene que la verdad se tiene que buscar en la realidad material, la idea fundamental de todo esto es que la naturaleza y la sociedad tienen un dinamismo y cambio constante , lo anticuando e inservible debe dar espacio a lo nuevo y sano.
  El marxismo tiene esta misma visión de sí mismo y de su teoría. El marxismo-leninismo es incompatible con el dogmatismo y las riñas por las tesis. Es una doctrina dinámica que respetando el conocimiento alcanzado, se ve constantemente enriquecida por nuevas experiencias, logradas en la lucha de clases y por medio del estudio del desarollo de la sociedad.

48) El partido da gran importancia a la formación política y organizativa, tanto de sus propios miembros como de la clase obrera en su totalidad.
  La formación política y organizativa es necesaria para que los trabajadores puedan desarrollar un movimiento consciente para sus intereses propios, específicos de clase. Sin una conciencia como ésta, existe el riesgo de que los trabajadores caigan bajo la influencia de las corrientes burguesas que, con la ayuda de los medios de comunicación de masas, escuelas y otros canales de propaganda, llevan una lucha constante para dividir y pasivizar el movimiento obrero.
  La formación política y organizativa es también una condición necesaria para una clase obrera pensante que, partiendo de sus propias experiencia y necesidades, pueda crear las instituciones y órganos democráticos que requiere la nueva sociedad socialista.

49) El Partido Comunista se distingue por el análisis independiente de circunstancias concretas y por la aplicación propia de los fundamentos del marxismo-leninismo.
  El partido no se ha subordinado nunca a los decretos de otros partidos, movimientos o países. Por el contrario, el partido nació en la lucha contra la tergiversación del marxismo y la castración del movimiento obrero revolucionario decretados a  comienzos de los años 1960 por fuerzas burguesas en la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética y a la cual la mayoría de los partidos comunistas del mundo, incluso el partido comunista sueco existente en ese momento, dieron la bienvenida y se subordinaron voluntariamente.

50) El Partido Comunista cuenta, como parte de su raíz histórica, con la lucha de los pioneros socialistas por la creación de un movimiento obrero con conciencia de clase. Pretendemos transmitir las orgullosas tradiciones de August Palm, manteniéndolas vivas.

51) Como movimiento político, el partido está incluido en la tradición histórica que, partiendode las teorías de Marx, Engels, Lenin y Stalin, toma en cuenta como experiencia la revolución rusa de 1917, el surgimiento posterior del movimiento comunista mundial, los éxitos de la construcción del socialismo en la Unión Soviética durante las décadas 1930 y de1940, la lucha contra el fascismo, la breve existencia del sistema socialista mundial durante el periodo posterior a la segunda guerra mundial y las victorias de los movimientos de liberación del Tercer Mundo.
  El partido no niega sus raíces históricas, dejamos tal cosa a los indolentes, a los que creen que pueden hacerse adultos sin infancia. Las derrotas y reveses del movimiento comunista, originados en parte por graves fallas y errores, son para nosotros una fuente de aprendizaje que enriquecen la teoría y la política comunista haciendo posible evitar en el futuro fallas y errores similares
 

G. ¡Trabajadores de todos los países, uníos!

El Partido Comunista, KPML(r) declara abiertamente que su meta sólo será alcanzada por medio de una transformación total de la sociedad existente.

La historia muestra que es posible realizar esta transformación en los países en particular, pero también muestra que el capitalismo mundial no escatima ningún medio para eliminar cualquier amenaza y cuestionamiento al sistema de propiedad privada. En la guerra contra el socialismo, no hay para la clase burguesa internacional, medios que sean demasiado viles, ni medidas demasiado delictivas.
  Ante la fraternidad internacional de los capitalistas en contra del socialismo, los obreros y los oprimidos de todo el mundo deben imponer su propia solidaridad, el internacionalismo proletario.
  La inmensa mayoría de la humanidad tiene intereses comunes en la lucha contra el capitalismo, el imperialismo y el racismo.
  La tierra puede alimentar sus habitantes, las riquezas pueden ser distribuidas en forma justa, y las amenazas contra el medio ambiente global pueden ser eliminadas - si el sistema de la propiedad privada es abolido, si la vil ganancia, como fuerza motriz de los esfuerzos de la sociedad, es reemplazada por las necesidades de los seres humanos conforme a las leyes y posibilidades de la naturaleza.

Los privilegiados, los capitalistas y sus ejércitos de acólitos le tienen miedo a una transformación como ésta. Los trabajadores no tienen nada más que sus cadenas por perder y todo un mundo por ganar.

   ¡Trabajadores  y pueblos oprimidos de todos los países, uníos!