United Nations
High Commisioner for Human Rights
Concerniente a irregularidades
burocráticas
en perjuicio de mi persona y ocurridas
en:
Comité contra la Tortura
Centro de Derechos Humanos
Oficina de las Naciones Unidas
8-14, avenue de la Paix
1211 Ginebra 10, Suiza.
REFERENCE: G/SO 229/31 SWE (35)
213/2002
Suecia, 23 de marzo del 2004
Asunto: Respuesta a Mr. Markus
Schmidt
Oficial a cargo de la Unidad de
Peticiones.
He leído con detenimiento la nota,
que usted, dirige a mi persona, con fecha 19 de febrero de 2004 y luego de un detallado análisis y normal período de tiempo,
tengo el honor de proceder con respeto pero con dignidad a contestarle.
Mi Decisión de apelación formal
a la Decisión tomada por el Comité contra la Tortura y que aparece como CAT/C/31/D/213/2002 del 26 de noviembre de 2003 no
está basada en afirmaciones ni calificativos inaceptables, como usted asegura. Por
el contrario, tiende usted, a confundir, el fondo de la misma.
Su distinguida persona, pretende
reducir a sensibilidad burocrática, la formalidad de mi Apelación y la denuncia
de las irregularidades del Departamento de los Servicios de Apoyo, dirigidos por la estimable funcionaria María Francisca
Ize- Charrin; los cuales no procesaron -pese a todas mis previsiones- correctamente mi documentación, ante el Honorable Comité
contra la Tortura, perjudicándome por completo, en el marco de una flagrante violación por parte del Gobierno de la República
de Suecia, del artículo 3 de la Convención contra la Tortura
y Otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos y Degradantes en mi contra.
A
todas luces el desfase entre la teoría y la práctica de vuestra declaratoria, contribuye a la impunidad del delito y la defensa
irracional del flágelo al cual decís combatir. Jamás la defensa ciega de oficios
burocráticos mal ejercidos, podrá opacar la justeza de mi denuncia ni confundir a las Eminencias en esta materia.
Obviamente
no habéis leído correctamente, ni comprendido el mensaje, que como víctima y
sobreviviente de tortura, denuncié ante el Comité. Semejante degradación, solo
puede ocurrir en tiempos de miseria intelectual, ética y jurídica, en el que papeles, afiches y basura publicitaria, pretenden
rellenar el vacio de la justicia y la lucha contra este indeseable crimen.
Mi
fe y espiritú en la Justicia están intactos, estos se niegan a congraciarse con el agresor y a disculpar al pusilánime. En esta hora y en las siguientes que me conceda Dios, y mientras mantenga mi hálito
de vida, denuncio -previa notificación- la anomalía del mencionado Departamento de los Servicios de Apoyo, por contribuir
a la inconsistencia del fallo en mi contra, como complices corresponsables del daño que pueda ocurrir a mi vida en este contexto
y demostraré ante los justos y el tribunal de la razón, que la tortura no se combate con petulancia.
Si
os parece que pudiera resultar inaceptable que un torturado se dirija a vosotros, para haceros ver vuestros errores, ya lo
habéis dicho todo; no hay peor ciego que el que no quiere ver y os podría esperar el infeliz destino del que se congracia
con el violador desde los salones y el sillín.
Es
mi deseo confesarle que todo tipo de discriminación, rascismo y xenofobia tan en boga hoy por Suecia y Europa, también son
condenables y no pueden intimidarme. Tampoco pueden constituirse en argumento
de descargo, para defender a inescrupulosos funcionarios. Harto estoy de presenciar la hipócrita costumbre de encubrir las
aberrantes prácticas, arriba citadas, y blandirlas como argumentos negativos, en contra de los ciudadanos del tercer mundo,
en materia de Derechos Humanos. A partir del ojo tuerto de Europa y demás agentes
imperiales que historicamente han mantenido el hábito de cubrirse con los ropajes de la doble moral, pretendéis dictar cátedra
de raciocinio, para mantener la defensa absurda de mezquinos intereses y no veis nada más que lo que os conviene. Estoy seguro
que si mi procedencia ideológica, hubiese llenado las aspiraciones de la piratería, hace ya muchos años, hubiese sido beneficiado,
con las migajas acostumbradas en materia de derechos. Sin embargo asisto
en carne propia al banal desfile y a la comprobación del repulsivo lucro, con
el dolor y la desgracia ajena, por funcionarios interesados en perpetuar el negocio,
el rascismo, la discriminación y la xenofobia, en contra de los solicitantes de asilo.
Para
concluir me permito reafirmar mi convicción y derecho de Apelación ante el más alto tribunal: el de la ética y la moral Universal,
que al parecer no es el vuestro, puesto que basaís la imposibilidad de una apelación en un procedimiento, el cual fué degradado
por la ineficiencia burocrática del supracitado departamento.
Así
de esta forma, fantaseando con achacar a otros los yerros, se encubre la violación del artículo 3 de la Convención por parte
del Gobierno de Suecia y la impunidad de la tortura se recocija, con la prestación de los ya denunciados e irregulares servicios. Negocio redondo.
El
peligro de dejar a ultranza, este portillo abierto, podría indicar que, hubo intervencionismo fantasmal, a partir del momento
en que se depositó la documentación con sobrada antelación y que de ser así, lo correcto es sentar las responsabilidades del
caso o de lo contrario, estariaís llamando mentirosos a los oficiales de las instituciones suecas que en materia de Derechos
Humanos colaboraron con este envío. De no ser así, la violación de correspondencia
es delito, lo mismo la retención arbitraria o manipulación fraudulenta. Es extraño
con la prontitud que trabaja el correo desde Suecia a Ginebra, que no llegué
en un plazo máximo de tres días, sobre todo tomando en cuenta la fecha de los envíos ya que
siempre hice con sobrada anticipación, dos envíos por correo normal para mayor seguridad y por correo electrónico.
Además mi disciplina de trabajo es ordenada. Como es posible que en la entrega
final, se pierdan los documentos? Para mi, eso es lo que se llama Gato Encerrado.
Lo
irónico es que yo, que soy el torturado, pago los platos rotos de este escabroso asunto. Habrase visto mayor absurdo. Pareciera que el papel de torturado es el de reafirmar el valor de la burocracia y
no el de la burocracia estar al servicio del torturado. Queda en el aire la duda.
Atentamente,
Efraín
de Jesús Valverde Moreno.
PD: Me permito adjuntar nuevamente, mi comunicación del 3 de febrero del 2004, con el
próposito de documentar fehacientemente la justeza de mi denuncia.
Suecia, 3 de Febrero de 2004
Comité contra la Tortura
Centro
de Derechos Humanos
Oficina
de las Naciones Unidas
8-14,
avenue de la Paix
1211
Ginebra 10, Suiza.
Asunto:
Apelación del CAT/C/31/D/213/2002 del
26 de noviembre de 2003
Después
de dos meses y una semana, de haber recibido vuestra traumatizante Decisión y luego de mi natural reacción como sobreviviente
de tortura, no me fué posible leer el fondo del CAT/C/31/D/213/2002 hasta el día 1 de abril del 2004.
En
primer lugar, porque vuestra burocracia no se dignó a enviarme la comunicación en mi lengua materna el español, sino que lo
hizo en inglés, dificultándome la comprensión de la misma, aunque irónicamente el entreparéntesis final reza, que la misma
fue hecha para ser leída en varios idiomas siendo el texto español, la versión original. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id43.html
En
segundo lugar, porque tuve acceso a la comprensión de ella, hasta que pude leer la publicación del CAT/C/31/D/213/2002 del
26 de noviembre de 2003 por internet el día citado
anteriormente arriba. Ver:
http://www.unhchr.ch/tbs/doc.nsf/0/e2f7845ab1074384c1256e0100389cd6?OpenDocument
Debo
manifestar mi decisión de presentar Apelación formal a vuestra decisión, entre otros a partir del párrafo 7.2 de la Decisión tomada y que dice textualmente:
7.2. En relación con la comunicación adicional del autor de la queja, de fecha 23 de
septiembre de 2003, el Comité observa que esa comunicación se presentó después de la expiración del plazo de seis semanas,
estipulado en la carta del Comité de fecha 21 de octubre de 2001, de conformidad con el párrafo 6 del artículo 109 del reglamento
del Comité, en la cual se invitó al autor de la queja a presentar sus comentarios sobre las observaciones del Estado Parte
en cuanto a la admisibilidad y el fondo de la comunicación de 29 de noviembre de 2002. Por lo tanto, el Comité considera que
los argumentos nuevos planteados por el autor en su comunicación adicional de fecha 23 de septiembre de 2003 fueron presentados
fuera de tiempo y, por consiguiente, no pueden ser examinados por el Comité.
No es cierto que estos documentos hayan sido
presentados hasta el día 23 de setiembre de 2003 , como reza vuestro fragmento. Por el contrario, los mismos fueron enviados
en la primera semana del mes de setiembre, con fecha 4/ 9/ 03 a vuestra sede en Ginebra por el
funcionario, de una de las más representativas y responsables instituciones de toda Europa en materia de Derechos Humanos
como lo es la Iglesia nacional de Suecia, lo cual pone en entredicho, vuestra aseveración del párrafo 7.2
Personas
de reconocida honorabilidad, pertenecientes a prestigiosas instituciones de Suecia, les consta que estos documentos fueron
enviados en fecha temprana, ya que ellos mismos tomaron parte y responsabilidad no solo en la elaboración, sino también en
el envío, ya que estoy impedido de hacerlo por mis propios medios al estar confinado, para evitar una absurda deportación.
Inclusive
efectué con el auspicio de ellos, una llamada a Ginebra al teléfono (41-22) 917-9237 en la segunda quincena de agosto, inmediatamente
después de haber recibido la comunicación firmada por María Francisca Ize-Charrin con fecha 14 de agosto de 2003, para cerciorarme
correctamente de la fecha, ya que vuestra carta no lo indicaba. No obstante la
funcionaria, de quién ignoro su nombre y que atendió mi llamada, me dijo que no podía decirme la fecha límite y que la enviara
lo más pronto posible. Razón por la cual me apresuré a enviarles la información
pedida. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id33.html
Desconozco
los motivos de vuestra irresponsabilidad burocrática, consistente, en haber ignorado, el carácter testimonial de los primeros
documentos sobre mi situación actual en Suecia, enviados correctamente, en la primera semana de setiembre del 2003. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id41.html
Para
mi sorpresa, una nueva comunicación el 19 de setiembre del 2003, me indicaba no sin ironía, que aún estaban a la espera de
mi pronta respuesta; obligándome a reenviar los mismos documentos que paso a describir. Ver:
https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id34.html
Documentos
enviados la primera semana de setiembre del 2003, sobre mi situación actual en Suecia:
- Carta de valoración jurídica migratoria del abogado sueco Gunnar Heljestrand.
Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id39.html
- Carta
del señor Anders Boström Pastor de la Iglesia sueca, en la congregación Gustavo Adolfo en la ciudad de Sundsvall. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id36.html
- Carta
de Patricio Aguilar M, aportando su testimonio de mi situación actual. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id40.html
Estos documentos ya estaban en vuestro poder,
puesto que la misma María Francisca Ize-Charrin en carta con fecha 19 de setiembre
del 2003, adjuntada en el sobre dirigido a mí, le dice erróneamente a mi compañero Patricio Aguilar Madrigal, entre otros
lo siguiente: Me dirijo a usted en relación su carta de fecha 4 de septiembre de 2003, referida a la comunicación No. 213/2002
presentada por el señor Efraín de Jesús Valverde Moreno(...) Deseo informarle asimismo, que usted puede presentar una comunicación
en su propio nombre de conformidad con el artículo 22 de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos
y Degradantes;(...). Es evidente la confusión al dirigirse a él, como si él,
estuviera solicitando vuestros servicios. Ver:
https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id48.html
Semejantes
trastornos ocasionados en vuestras oficinas no han sido ni fueron los únicos durante este proceso, que ahora pone en riesgo
absoluto mi vida.
Aquí
tengo uno de colección antológica fechado el 9 de setiembre de 2002 que reza de la siguiente manera: Estimado señor Valverde, Tengo el honor de acusar recepción de sus comentarios, de fecha 25 de noviembre
de 2002, sobre las observaciones del Gobierno de España, relativas a la admisibilidad y el fondo de la queja no. 213/ 2002,
que usted presentó al Comité contra la Tortura en virtud del artículo 22 de la Convención contra la Tortura. Le saluda atentamente, María Francisca Ize-Charrin. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id31.html
Otro
error de mayor gravedad, que demuestra el desorden en que vivís en vuestras oficinas, es el de haber extraviado el certificado
que os envié desde el principio, del Dr. Donald Payne y no Paynes, como escribistéis incorrectamente solicitándolo de nuevo,
en vuestra carta de último minuto el 19 de septiembre de 2003. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id34.html
Estos
y otros motivos de fondo, que pasaré a exponer en su debido momento, le restan seriedad, objetividad e imparcialidad a la
decisión tomada por el Comité en mi contra.
Por
ejemplo y esto aumenta la gravedad de mi denuncia, es lo referente, a las aclaraciones enviadas a vosotros en la nota del
23 de setiembre del 03, precisamente sobre los mismos documentos enviados en
la primera semana de setiembre del 03, los cuales no os dió la gana reconocer como tales, estando ya en vuestras manos; y
peor aún, lejos de aclararos en vuestra confusión, negligentemente la mantuvistéis, a pesar de todas mis aclaraciones e indicaciones
presentadas, en conformidad y antes de la fecha límite; que por cierto nunca me indicastéis, provocando por este mismo motivo,
el consiguiente perjuicio en mi contra. Ver:
https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id47.html
Aún
así, si el período de seis semanas se cumpliría el día 28 de setiembre del 03 o en su defecto el 26 de setiembre del 03, si
contamos la fecha en que habéis redactado vuestra carta, es decir el 14 de agosto del 2003, no habéis escrito nada hasta el
día viernes 19 de setiembre del 03, que es como reza la fecha de la última comunicación.
Aún así, ya el día lunes 22, el mismo día que recibí la carta en mis manos os reenvié nuevamente los documentos y por
correo electrónico os aclaré debidamente la situación y ya para el día 23 de setiembre del 03 deberíais haber estado correctamente
informados de que os había reenviado otras vez los mismos documentos que ahora declarais no haber recibido antes.
Digo
que habéis actuado deslealmente, ocultando e ignorando, los primeros documentos que os envié y que no son otros, que los mismos,
que se negó aceptar el Comité contra la Tortura, arguyendo que fueron presentados después del 23 de setiembre del 2003, durante
el 31º período de sesiones.
Lo
que habéis hecho es volcar y justificar todo el peso de vuestra ineficacia burocrática en contra de mi persona, como si de
chumicos se tratara y no de una violación al artículo 3 de la Declaratoria. Lo
cual me deja, peligrosamente en desventaja ante la imposibilidad de que fuera verdaderamente el Comité, quién analizara correctamente,
durante su periódo normal de sesiones, el fondo de los documentos: inexplicablemente ocultados por vuestra ineficiencia burocrática.
En
cuanto al subtítulo denominado: Comunicación adicional del autor de la queja hacéis
escueta referencia tan solo a uno de los documentos de suma importancia, aportados por mi persona, el cual entre otros, fué
injustamente rechazado, debido a la manipulación incorrecta y el extravío de vuestros funcionarios.
El
citado subtítulo reza textualmente de la siguiente manera:
6.
El 23 de septiembre de 2003, el autor de la queja presentó una comunicación adicional que contenía, entre otras cosas, un
informe psiquiátrico de fecha 14 de septiembre de 1998 y preparado por D. E. P., un psiquiatra de Toronto, en el cual se confirmaba
que el autor de la queja sufre de trastornos causados por estrés postraumático.
Como
no especificáis que tipo de trastornos sufro, dejando abierto el espacio para cualquier tipo de interpretación maliciosa,
me veo en la obligación moral de aportaros para vuestro entendimiento, una vez más, y de todos aquellos que accesen esta información
desde internet la transcripción del mismo dictamen y el curriculum de la autoridad competente y experto en el campo de la psiquiatría y el tratamiento de pacientes que han sufrido tortura en su vida. Ver: https://costaricaenginebra.tripod.com/latinoamerica/id38.html
Deseo
transcribiros tan solo dos párrafos del reporte psiquiátrico del Dr. Donald Payne de Toronto, Cánada. Las negritas son mías.
On examination he presented as
a tense 42 year-old man who was under emotional strain throughout the session. He
presented his history in a very tense and involved manner. He reported his upsetting
incidents in Costa Rica as individual incidents, rather than in chronological order.
This was in keeping with his poor concentration and with the emotional distress which he experienced in remembering
them. His manner of reporting his history and his emotional reactions while reporting
it were consistent with the history which he provided. There was no evidence
of any major (psychotic) psychiatric disturbance indicating a lack of contact with reality.
It is my opinion that he is
suffering from Post- Traumatic Stress Disorder which is consistent with his repeated detention, ill-treatment and harassment
in Costa Rica, especially his marked fears for his life. Post-Traumatic Stress Disorder is the diagnostic category in the American Psychiatric Associations
DSM-IV classification system which describes the development of characteristic symptoms following a psychologically disturbing
event which is outside the range of usual human experience and which is usually experienced with marked fear, terror and helplessness.
Por tanto: Os acuso de alcahuetear la violación del artículo 3 de la Convención contra la Tortura y Otros tratos
o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes, por parte del estado sueco en mi contra y por la responsabilidad absoluta del daño
que pueda sucederme, debido a la apatía y comodidad de vuestra ineficiente burocracia.
El resto de la Decisión no es más que la misma trillada retórica y la complacencia infinita con el poder opresor, en
contra de sus víctimas; y rebela la vulgar osadía de comportaros como abogados del Diablo, mientras hipócritamente invocáis,
el respeto en la defensa de los torturados.
De manera que rechazó vuestra Decisión y apelo ante el más alto tribunal: el de la ética y la moral Universal,
que creo aún os representa, para que enmendéis vuestro detestable yerro y no dejéis mi vida irresponsablemente, en manos de
los criminales.
No os lo pido como mendicante, os lo exijo, como sobreviviente de tortura, a quien vuestros decretos representan.
Señoría,
Reciba las muestras de mi consideración y aprecio.
Efraín de Jesús Valverde Moreno.
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