Latinoamérica sin Fronteras
Bodas en Costa Rica, pero con otra ... la fiesta de los borrachos!

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Sábado 27 de julio, 2002
Efraín Valverde
Patricio Aguilar
¿A quién pretende engañar la socialdemocracia costarricense con sus cantos de sirena sobre el pretendido respeto a la Convención sobre la Tortura; si a los que hemos sufrido la vesanía de haber pasado por las manos de los policías ticos, "gorilas made in USA" del "Canal Zone" en Panamá; aún nadie nos ha llamado a declarar o atestiguar en contra de estos abusos?.

Ni tan siquiera han tipificado, los bombetas de turno, la tortura como delito en Costa Rica.

La tradición socialdemócrata de "ticolandia" siempre ha pretendido vestirse con los ropajes de la dignidad y el respeto a los Derechos Humanos; pero precisamente, es la práctica de la tortura en los ciudadanos sin voz, que estos repiques de la "alta diplomacia" se vienen al suelo.

Cuando no media "la justicia pronta y cumplida" en favor de las víctimas, sino aquella mediatizada por los mercaderes de imagen política internacional; es decir el consabido "canto de sirenas" de los medios de comunicación costarricenses, al servicio tradicional de las posiciones de derecha y del mercenerarismo yanqui en la región; es que leemos sobre las virtudes de la democracia en Costa Rica.

Nada más falso que este espejismo.

Sólo con visitar escuelas, hospitales, cárceles y centros de "cultura", nos damos cuenta en la realidad del grotesco maquillaje de portada editorial de estos viejos cuentos, con los que se quiere hacer creer que en Costa Rica, no son mercachifles de la cultura, el derecho y la política, los que han estado representado durante más de cincuenta y tres años, el enlatado institucional.

Auxiliado en todo momento y desde el vergonzoso Pacto de Ochomogo, por el reformismo claudicante de izquierda a la "tica".

Ahora resulta en el 2002, que los reformistas nos vienen a enseñar como hacer política e interpretar la historia. Como si no les hubiera bastado con entender que la debacle de nuestras instituciones públicas se debe en gran parte a su desmedido coqueteo "revolucionario" con reformas burguesas y consesiones de clase pequeño burguez, a partir de privilegios personales a la dirigencia nacional.

Eso si, estas reformas están totalmente alejadas de las necesidades reales y los derechos de los trabajadores a quienes dijeron representar.

Para muestra un botón:

Estado actual de lo que se llamó el Código Laboral y las Garantías Sociales de Costa Rica, aprobadas por el último excongreso soberano de Costa Rica de 1943 y que sobrevivió hasta 1949, año en que se instaura la "junta golpista" al servicio de los monopolios transnacionales e imperialistas en la región latinoamericana.

Precisamente ni el Código Laboral ni las Garantias Sociales nacieron con la social democracia costarricense; sino que contra estas legitimaciones obreras y campesinas, han venido enfilando sus bravucones términos excluyentes y paramilitares, la clase patronal y sus empleados a sueldo, los diputados y todo el resto de la camarilla pro-gubernamental bipartidista , desde 1949.

Nos han dicho los reformistas a lo largo de estos últimos 25 años que debemos seguir tocando el corazón de los que han desmantelado y esquilmado brutalmente el fruto de nuestro trabajo en aras del beneficio de un pequeño grupo privilegiado; por demás insensible y sin identidad nacional.

Sin lugar a dudas, la ingenuidad a cedido su paso a la estupidez y el clientelismo electoral.

Por fin, ya está entrando esta práctica electorera en desuso; ante la pérdida de credibilidad de la antigua militancia de base y la clase trabajadora obrera y campesina costarricense.

Actualmente presenciamos, nada más que la ocasional conveniencia de lucir los símbolos patrios, desprovistos de humanismo y soberanía sin ejercicio.

Ya no se lucha por defender a nuestros trabajadores y sus familias, cada vez más, en riezgo múltiple de desintegración, a causa de las mal aplicadas recetas y políticas neoliberales.

Cualquiera que lee, escucha o ve un noticiero corre el peligro de creer que ha sido hecho en serio y pensando en cada una de las frases que se dice; pero si vamos al subtexto real y lo confrontamos con lo que está ocurriendo desde hace bastante años atrás; nos damos cuenta que es incapaz de resistir el menor análisis ético.

Sólo los lugartenientes de izquierda de la pequeña burguesía criolla, siempre atentos a escalar socialmente y a mantenerse aunque sea de aguateros en el partido; son capaces de darle aires al moribundo proyecto bipartidista.

Nos hablan del "peligro actual" en que está la "democralandia tica" a causa de una supuesta "militarización".

¡Vaya, menudo servicio y desmemoria adrede del trinquete "abolicionista del ejército en Costa Rica"!

Parece ser que estos señores del reformismo de izquierda, jamás han tenido tiempo de visualizar los problemas de identidad institucional nacionales, a partir de la propia historia socialdemócrata desde1948.

¿Cuáles han sido los móviles culturales e ideológicos, sobre las muletas propagandísticas en que descansa la exausta quimera bipartidista tica?

Indudablemente el temor y la represión institucional son muy grandes en Costa Rica.

Esto impide hacer cuestionamientos y análisis críticos en vivo y en directo a las destartaladas instituciones; hoy día en manos de verdaderos "cazafortunas".

Sólo es posible hacer la crítica"güevos tibios" y de paso es la única oficialmente aceptada.

La otra parte de la crítica ciudadana, corre bajo cualquier riezgo, incluyendo la muerte, como el caso del periodista Parmenio Medina Péres; asesinado el 7 de julio de 2001 y sometido de previo a coacción institucional privada y amenazas anónimas de muerte; precisamente por decir la verdad y señalar la debacle moral nacional.

Mientras tanto la impunidad se pasea en victoria y al menor descontento tenemos la "Guardia Civil", para reprimir las justas demandas de los trabajadores. De paso, se aseguran bien de destacar a los represores paramilitares y militares; en los medios de desinformación nacional.

Atrás han quedado los buenos principios de servir y proteger a la ciudadanía costarricense.

Ahora y como guardia pretoriana que siempre ha sido, estan listos, para tirar piedras, gases, volar garrote y torturar a aquellos ciudadanos que mantienen su dignidad.

Los costarricenses están siendo más y más estafados por la servidumbre incondicional de los torpes políticos "ticos", los cuales, en vez de estar contribuyendo a un proyecto de integración centroamericana que unifique su escaso potencial económico y cultural en la actualidad y que apunte al fortalecimiento de "las banana republic".

Contrariamente, se dedican a la xenofobia y el rascismo de derechas, jactándose de exhibir el amaestramiento intelectual al servicio de los intereses imperialistas.

Por eso la celebración del bombeterío de los mandados y buenos para nada "políticos ticolandios" en las Naciones Unidas y el supuesto espaldarazo a la Convención contra la Tortura debería comenzar por ser ratificado en casa y por poner en cintura a quienes ejercen contra los humildes estas aberrantes prácticas.

Sin embargo se sigue con la "praxis" del candil de la calle y oscuridad de la casa. Después de todo en un mundo al revés esto y más es posible desde los surtidores de opio informativo nacional, a nuestros apaleados y cornamentados ciudadanos costarricenses; quienes llegaron a creer, víctimas de la estafa, que era mejor una boda con "democralandia" que con democracia.

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